martes, 21 de septiembre de 2010

desorientada...


Nose que escribir pero el que me amo y me salvo del pecado es mas grande que todo... tiempos dificiles en los que uno debe tomar decisiones y renunciar a aquello que nos hace mal, no por que se placio sino porque cristo quiere lo mejor para nuestra vida... este fin de semana fue raro nuestro pastor predico una palabra potente llena de verdad... y que nos confronta.. al punto que hoy leyendo en mateo aparece algo sobre lo que les quiero escribir... cap 15 ver 8... " este pueblo de labios me honra, mas su corazòn lejos de mi esta"... me siento como si estubiera en blanco al leer eso, es llegar al punto de decir... yo pense que te estaba entregando mi corazon... yo crei que lo estaba haciendo bien, y Dios nos confronta y nos dice: no hijo mio, te apartaste de mis caminos... es triste cuando nos sucede eso, pero grandioso es porque nos da aviso a tiempo... aveces siento que es dificil comprender el corazón de Dios, y hay es cuando alguien me dice es porque dejaste de orar o ya no estas ayunando o simplemente cerre mis oidos para el... proceso de callar y creer mas, cosas por las cuales debemos vivir para darnos cuenta que solamente mirandolo a el podemos caminar bien ya que el no quiere nuestro mal ni mucho menos llevarnos a un barranco... el hace como quiere y como le plasca, lo que me alegra de escribir eso esque le plasio salvarme ami como le place muchos mas... pero esta carrera es personal y tenemos que ser constantes en todo y no decaer por cosas ilogicas... quiero retomar a lo que una vez me llamo... a la adoración. :)

viernes, 3 de septiembre de 2010

El Esposo...


lucas 5:34

Él les dijo: ¿Podéis acaso hacer que los que están de
bodas ayunen, entre tanto que el esposo está con ellos?

«El Esposo está con ellos»


Que el alma lo recuerde: es el Esposo quien la ha buscado primero y quien la ha amado primero; esta es la fuente de su propia búsqueda y de su propio amor...

«He buscado, dice la Esposa [del Cantar de los Cantares], a aquel que ama mi corazón» (3,1). Sí, es cierto, es la ternura solícita de aquel que primero te ha buscado y te ha amado la que te invita a esa búsqueda. Tú no lo buscarías si primero él no te hubiera buscado; tú no le amarías si primero él no te hubiera amado.

El Esposo te ha avisado no con una sola bendición, sino con dos: te ha amado y te ha buscado. La causa de la búsqueda es el amor; su búsqueda es fruto de su amor y es también la prenda segura. Eres amada de él de una manera tal que no puedes ni tan sólo sospechar cómo eres buscada. Eres buscada por él de manera que no puedas lamentarte de no ser realmente amada. Esta doble experiencia de su ternura te ha llenado de audacia: ha alejado toda vergüenza, te ha persuadido de volver a él, ha suscitado tu arrebato. De ahí proviene este fervor, de ahí este ardor «buscando a aquél que ama tu corazón» porque, evidentemente, tú no lo hubieras podido buscar si él no te hubiera buscado primero; y ahora que te busca, no puedes dejar de buscarle.